La pandemia mundial cambió forzosamente nuestras vidas, nuestra manera de relacionarnos, nuestras costumbres y, claro está, nuestra manera de consumir. Las marcas son conscientes de estos cambios y han tenido que cambiar sus estrategias para adaptarse a los nuevos modelos de consumidores. Desde marzo hemos pasado por diferentes fases, no solo en cuanto a confinamiento, también por diferentes fases emocionales y de manera de consumir en función de cómo van cambiando nuestros nuevos hábitos de vida. Las marcas han ido adaptando su mensaje a esas diferentes fases.

Durante el confinamiento el mensaje era de apoyo, pero no lanzado desde una estrategia de comunicación emocional y de conexión con el consumidor ya que podría verse como algo superfluo, sino resaltando la unidad social afirmando que “de esta salimos juntos”.

Ahora que ya más o menos nos hemos adaptado a esta nueva realidad es necesario ver a las marcas como líderes implicados en esta crisis mundial, los que ayudan y se implican con la sociedad ofreciendo soluciones para hacer más fácil el camino. La marca percibe al consumidor como el responsable que ha mantenido la marca y la ha hecho llegar hasta donde está y que sigue estando y haciendo un esfuerzo en momentos críticos.

Y por su lado, los consumidores valoran a las marcas que se preocupan de sus trabajadores, accionistas y la sociedad, anteponiendo el beneficio social al económico.

Es por esto que algunas marcas han salido reforzadas en su posicionamiento, las que han sabido satisfacer las necesidades racionales y emocionales de los consumidores. Necesidades racionales como la compra online, la financiación, el servicio postventa. Y necesidades emocionales como la cercanía al consumidor, la comprensión y la preocupación social. Esto impactó en la percepción que tienen los consumidores sobre ciertas marcas tras la crisis. Es cierto que un posicionamiento es el resultado de un largo periodo de tiempo, pero también de cómo las marcas saben aprovechar las oportunidades que surgen.

Varios estudios de marketing afirman que en tiempos de recesión los consumidores buscan valor y no solo precios bajos. Una crisis puede dar lugar a que las empresas piensen que el éxito de su negocio se basará en un precio reducido, pero el consumidor no lo ve así. Por supuesto el precio es importante pero también lo es la implicación de la empresa, el consumidor debe sentir que su dinero que está bien gastado.

Las empresas que actúan ante la crisis de una manera proactiva invirtiendo en la recuperación y en la sociedad son las que generan valor.

Utilizar esta estrategia va a ser un insight clave en la estrategia de una empresa en tiempos de crisis. Que el consumidor sienta que la marca no solo se preocupa por el valor económico sino que se implica en mejorar la sociedad. Esto va a ser clave para la recuperación y mantenimiento de la marca.